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Por: Lina Salas Ramírez.

Bernardo Kliksberg impartiendo su conferencia virtual, organizada por la Universidad Centro Educativo Latinoamericano UCEL y Qonakuy – Universidades Protestantes y Evangélicas de América Latina

En el Informe sobre Desarrollo Humano 2020 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que cumple su aniversario 30 y este año se produce en el momento en que la pandemia de COVID-19 ofrece una visión de una «nueva normalidad», se analizó (entre otras cosas) la percepción de seguridad en personas de todas partes del mundo.  Seis de siete se declararon en incertidumbre frente al futuro que tendrán que enfrentar en sus vidas individuales y como sociedad humana. Es un momento de ansiedad en el que la garantía de los derechos humanos sigue amenazada y los problemas se agudizan.

En el marco de este contexto la universidad UCEL, de Argentina, organizó un rico encuentro (moderado además por Cristina Calvo*, ¡imperdible!) en el que se formuló una pregunta central: ¿Es posible construir un mundo mejor? Así que el pasado miércoles 23 de marzo nos dimos cita para escuchar las disertaciones de Bernardo Kliksberg, Presidente emérito de nuestro Consejo Académico Científico Qonakuy y una eminencia en temas de desarrollo y responsabilidad social. Hemos compartido antes en nuestra página su impresionante perfil, que cuenta la publicación de más de 60 libros sobre estos temas, la obtención de 66 doctorados honoris causa en diferentes universidades del mundo y el liderazgo de proyectos y estudios con entidades como ONU, FAO, OIT, Unicef, OPS, Unesco, entre muchas otras. Escuchar a Bernardo es inspirador, provocador; su estilo es entregarnos cifras contundentes que, más que responder a las preguntas, plantea otras nuevas de manera que cada persona o institución pueda descifrar en sus propios términos lo que puede aportar a las problemáticas analizadas.

“Nunca había leído un informe tan difícil para el género humano. Es el último que permite predecir; porque cuanto más tiempo pase, más difícil será resolver los problemas, hacer informes y relfexionar con alguna paz en el planeta”.

En los últimos 8 años la situación en la Tierra ha sido de guerra contra la naturaleza; la situación ha empeorado y las cifras muestran que en este período el arma nuclear con la que destruimos es el Dióxido de Carbono producido por la quema de combustibles fósiles, que son los más usados del mundo: «la matriz de la economía mundial paraliza la atmósfera y produce las temperaturas más intensas desde 1880 y en el récord de toda la historia de la humanidad», puntualizó Kliksberg en su presentación.

Las cifras de CO2 lanzadas a la atmósfera por año: 

• 1973: 330 partes por millón (un siglo atrás esta cifra estaba en 215 ppm)

• 1988: 350 ppm

• 2000: 370 ppm

• 2021: 415 ppm

«Estamos envenenando totalmente la atmósfera».

– Kliksberg

Entre 3300 y 3600 millones de personas están afectadas por alta vulnerabilidad climática, -al menos la mitad de la humanidad- y todos podemos constatar que vemos sus efectos en la vida cotidiana: desde los drásticos cambios en las dinámicas del clima en nuestras ciudades y pueblos, hasta los peligrosos efectos visibles en deshielos en grandes extensiones, subida del nivel del mar, huracanes cada vez más potentes, incendios en gran parte del mundo (Australia, California, el Amazonas), escasez de lluvias sobre todo en África y Centroamérica. Todo esto produce cambios en los ecosistemas, que incluyen aprietos como la llegada masiva de sargazo a las costas del Caribe mexicano, u olas de mosquitos que se están desplazando por el mundo y produciendo brotes de enfermedades como dengue, malaria, y otras nuevas. La biodiversidad enfrenta la extinción, incluyendo los corales del mar, imprescindibles para nuestra propia vida. 

«Si en 10 años no se baja en un porcentaje significativo las energías sucias, la situación podrá ser irreversible; muchos más los afectados, y muchas más duras las afectaciones. 

Ya no vamos a informar sobre las posibles consecuencias, vamos a estar en medio de las consecuencias».

– Bernardo Kliksberg en la conferencia ¿Es posible construir un mundo mejor? De UCEL y Qonakuy en 2022

El Desarrollo Sostenible es una necesidad apremiante y los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) una guía afortunada. Desde su lanzamiento en 2015 han pasado siete años y resulta a menudo alarmante que, a mitad de la meta propuesta (hacerlos realidad para 2030) vivamos realidades aún más agudas de desigualdad social y alerta ambiental. No obstante, la paradoja que trae la pandemia tiene que ver con la crisis que deriva del imprevisto pero también con la conciencia colectiva que se despierta y que beneficia la acción. Retomo por ello las palabras del capellán de la UCEL, quien puntualizó:

«Creo que la esperanza en este tiempo tiene que surgir como una categoría filosófica; no sólo teológica -para nosotros los hombres y mujeres de fe-, sino como una categoría filosófica profunda que se pueda recuperar en nuestro propio momento, en donde vivimos realidades de guerra y también crisis económica global después de la pandemia del Coronavirus. (…) esto nos puede ayudar a pensar nuestro momento histórico pero también ayudar a construir alternativas de transformación en la etapa que nos toca vivir como humanidad».

Luis Vásquez, Capellán de la Universidad Centro Educativo Latinoamericano UCEL

Ojo a la desigualdad

No por casualidad el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17 es Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible. Atender la desigualdad (y lograr los ODS) es una tarea conjunta que requiere una visión global; el apoyo de unos países a otros (así como el interinstitucional) es imprescindible.

¡Pista para estudiantes e investigadores! Si quieres informes oficiales e información sobre este tema, Bernardo Kliksberg recomienda a los principales informadores sobre el tema: Informe de Oxfam, el Laboratorio Mundial de la Desigualdad, Foro de Laos. 

Según cifras del Informe de Oxfam 2022, en los veintiún meses de la pandemia las diez personas más ricas del mundo duplicaron sus riquezas y el 95% de la población bajó su participación en el PIB.

  • El 10% más rico del planeta tiene ¾ del PIB mundial, el 50% más pobre tiene el 2%
  • 10 personas tienen más que 3.200 millones de personas. 
  • América Latina está por debajo del promedio mundial. El 10% más rico tiene el 77% de las riquezas
  • el 50% más pobre tiene el 1%
  • Se identificó una «expropiación de horas de trabajo» de las mujeres, al haber tenido que quedarse con los hijos en la pandemia.

Pero lo más interesante y, de nuevo a tono con el llamado a la esperanza, es que se potenciaron también tres nuevas formas de humanismo:

1. Ayuda material a otras personas en necesidad

2. Voluntariado

3. Acogida a los refugiados

De manera que, lo que tenemos entre manos, sigue siendo una pregunta y muchas preguntas: ¿Cómo podemos aportar para construir un mundo mejor? ¿Qué estamos haciendo hoy para concretar ese aporte? ¿Qué alianzas podemos crear para potenciar ese efecto?

Construir un mundo mejor es una necesidad, más que un sueño, y la tenemos ya entre manos.

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Si quieres ver la conferencia completa, incluida la ronda de preguntas y aportes complementarios, puedes verlo en la transmisión realizada por nuestro medio aliado ALC Noticias Español.

*Cristina Calvo. 
Moderadora

Directora del Programa Internacional sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires.

Es Doctora (PhD) en Economía del Comportamiento y Sociología Económica en la International University. California, y Magíster en Gobernabilidad y Desarrollo Humano por la Universidad Abierta de Barcelona (España). Tiene estudios de ética y ciencias morales en el Instituto de Formación de Montet- Fribourg (Suiza) y es asesora principal de la ONG New Humanity con representación en la ONU, Unesco, Unión Europea y Unión de Países Africanos. En los últimos años se desempeñó como Asesora del Presidente del Banco de la Nación Argentina y durante 2016 fue Directora Nacional de Inclusión y Desarrollo Humano en el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina; representante del mismo en la Mesa Interministerial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Naciones Unidas, y en la Mesa Interministerial convocada por la OIT contra el trabajo infantil.

¿Te interesa el Informe sobre Desarrollo Humano 2020? puedes conseguirlo AQUÍ.

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